Todavía recuerdo la primera vez que comimos en el Restaurante Jesús Gor, era el verano de 2004 y fue una comida inolvidable. Si juntamos amigos, risas, verano, playa de Canet y la deliciosa comida del que entonces se llamaba Marblau, es normal que no se te olvide. Aquel día, creo que pedimos toda la carta, cada plato que sacaban pensabas que era el mejor del mundo, pero entonces pedías otro para probar y también lo era, aquello era estar en la gloria. Creo que a Jesús le hicimos gracia y cuando ya se había despedido de todos los clientes, se sentó con nosotros que todavía estábamos en la terraza. Fue entonces cuando descubrí el gran secreto de aquel sitio, se llamaba Jesús. Un gran profesional, que ama lo que hace, cuida cada detalle y sobre todo mima mucho a sus clientes. No hay nada que escape a su atenta mirada y si tienes la suerte de conversar con él, aprenderás muchas cosas y te levantaras de la comida a la hora de cenar, con la extraña sensación de no entender como ha pasado el tiempo tan rápido.
La playa de Canet, para mi una de las más bonitas de Valencia, pienso que no sería lo mismo sin este restaurante.
Ya hace 20 años que Jesús Gor tomó las riendas y lo convirtió en el lugar que es hoy. Un espacio con sabor a mar, un sabor mediterráneo, fresco y de gran calidad, donde la comida se hace con mucho cariño y eso se nota.
Pescados de la zona, mariscos y arroces forman la base de su cocina. El plato principal, como no podía ser de otra forma, es el arroz. Caldosos, melosos, secos, del mar, montaña, verduras, carne o marisco para todos los gustos y todos deliciosos. Mis preferidos, el arroz de bogavante y el arroz negro con chipirones, ajos tiernos y alcachofas.
También me gustaría destacar algunos de sus entrantes, que no podéis perderos cuando comáis allí, el esgarrat de ahumados, las colas de gambas y el sepionet con habitas y jabugo son para mi de los mejores. No podemos olvidarnos de sus postres caseros, algunos hay que pedirlos con antelación, dada su elaboración, como es el fondant de chocolate con helado de vainilla. Además este verano, han inaugurado un espacio dedicado a helados artesanos, que son todo un capricho para los más golosos.
Si os apetece visitarlos están en Avda. Blasco Ibañez, 1 de la playa de Canet d’en Berenguer
Porque comer bien es una buena razón!